6 Señales que indican que no duermes lo suficiente

Van provocando cambios en nuestra forma de dormir. Aunque puede que no nos demos cuenta, a veces no dormimos todo lo bien ni el tiempo suficiente y esto a la larga se aprecia en una serie de señales o advertencias de que algo no va bien.

Cuando el cerebro no tiene la energía necesaria que reúne con el descanso, intenta buscar nuevas fuentes o formas de conseguir esa energía necesaria. Es entonces cuando te levantas por las noches y empiezas a comer de todo lo que encuentras. 

El no descansar lo suficiente provoca una activación en la hormona del hambre, esto nos provoca sensación de hambruna y la apetencia de alimentos azucarados y grasos. 

Cuando descansamos estamos saciados de comer y la energía que necesita el cerebro la recoge mediante el sueño.

A veces es posible que comer en exceso antes de dormir nos provoque incluso que hablemos durante el sueño debido al exceso de energía. 

Al aumentar el apetito y pegarnos un atracón por las noches, es normal que se aumente de peso. El exceso de comida y el no quemar las suficientes calorías provocan un aumento significativo de peso. 

Y es que la falta de sueño no solo nos da hambre, sino que también afecta a nuestro metabolismo, ralentizándose.

Otro de los efectos o consecuencias derivadas de no dormir lo suficiente es nuestra memoria. Tenemos menor capacidad para recordar ciertas cosas como la última película que viste, dónde aparcaste el coche y cosas así. 

Esto sucede porque cuando estamos cansados no prestamos la misma atención a las tareas y actividades que hacemos que cuando hemos dormido bien. Cuando empezamos a notar estas pequeñas pérdidas de memoria es señal inequívoca de que necesitas dormir más.

Una de las ventajas de contar con un sueño reparador es que beneficia a nuestro sistema inmunológico. La falta de sueño afecta a nuestra inmunidad y a la habilidad del cuerpo para luchar contra infecciones y virus. 

Cuando no dormimos lo suficiente solemos tener más resfriados y nos duran más tiempo. 

Un ejemplo claro de la capacidad de recuperación del sueño es que cuando estamos enfermos necesitamos dormir más y esas horas de sueño ayudan a reponerse más rápido y coger fuerzas.

Al no prestar la adecuada atención a lo que hacemos o vemos, así como el no poder concentrarnos en las tareas con facilidad, hacen que no seamos capaces de tomar decisiones. Esto afecta en nuestro día a día, nuestro rendimiento laboral, social, etc. 

Cuanto peor es la calidad de nuestro sueño, más nos cuesta desempeñar tareas, tomar decisiones y concentrarse o prestar atención a lo que estamos haciendo.

Al no prestar la adecuada atención a lo que hacemos o vemos, así como el no poder concentrarnos en las tareas con facilidad, hacen que no seamos capaces de tomar decisiones. Esto afecta en nuestro día a día, nuestro rendimiento laboral, social, etc. 

Cuanto peor es la calidad de nuestro sueño, más nos cuesta desempeñar tareas, tomar decisiones y concentrarse o prestar atención a lo que estamos haciendo.