Trucos para conciliar el sueño con el frío

La ropa de cama es una parte importante a la hora de conciliar el sueño con el frío. No debemos usar demasiadas mantas o ropa de abrigo, ya que si nos abrigamos mucho para dormir nuestro cuerpo estará más cansado. 

De igual modo, si nos abrigamos poco el cuerpo estará más activo y alerta a consecuencia del frío. La ropa de algodón es siempre un acierto seguro, ya que favorece el descanso, el confort y la transpiración, que es muy importante al dormir.

Cuando nos acostamos a dormir, lo normal suele ser tener una sensación de frío en el cuerpo, pero esta sensación disminuye al dormir. Lo ideas es contar con varias capas de ropa de cama que podamos ir quitando para regular la temperatura corporal y no pasar ni frío ni calor.

Debemos evitar las corrientes de aire frío si queremos aclimatar la habitación. Para ello, cierra aquellas puertas que por su ubicación puedan generar corrientes de aire que hielen la estancia. Si vas a calentar el dormitorio con ayuda de calefactores, cierra ventanas, baja persianas y cierra la puerta para que el calor se mantenga en el interior de la habitación y no se pierda.

Si la puerta de tu dormitorio crea corrientes de aire, pese a estar toda la casa cerrada, cierra o entorna esta puerta para que el frío no entorpezca tu descanso.

La ventilación de los dormitorios es esencial para una buena higiene del sueño y un buen descanso. Todas las mañanas, ventila durante unos minutos la habitación, ropa de cama y colchón. De esta forma el sueño será más confortable, ya que la ventilación nos ayuda a eliminar bacterias y conservar las propiedades de nuestro equipo de descanso durante más tiempo.

¿Eres muy friolero? Con estos trucos seguro que el frío no vuelve a molestar tu descanso 😉 ¿Y tú qué trucos tienes para conciliar el sueño con el frío?